Junto con La Magenta studio diseñamos toda la imagen gráfica de una boda. Los clientes querían unas invitaciones que rompieran estándares, muy personales, elegantes pero modernas a la vez.
Al ser una boda de otoño optamos por unos colores cálidos como el ocre y el marrón. Un sinfín de detalles muy curados hacen que se diferencien del resto.